jueves, 28 de enero de 2010

Sucedió en el océano

Había una vez una ballena llamada Solana que vivía en un glaciar del Ártico.
Solana se diferenciaba de sus hermanos y hermanas porque era muy pero que muy presumida, sobre todo, le gustaba presumir de lo rápido y bien que nadaba.

Lo que Solana no sabía es que en uno de los océanos cercanos a su glaciar se encontraba Pepe, un tiburón azul, también bastante presumido y rápido.

Un día estaba Solana más presumida de lo normal, e iba a todos los sitios lo más rápido posible para lucirse. Tanto, que cuando se quiso dar cuenta se había perdido, pues había salido de su glaciar y no sabia donde se encontraba.

Solana estaba muy asustada, pero Martín, un delfín muy gentil y modesto que pasaba por alli se ofreció a ayudarla.

-Hola me llamo Martín- dijo el delfín. -¿Estás bien?-
-Yo soy solana y no se donde estoy... me he perdido- dijo Solana muy triste.
-No te preocupes y vente conmigo-
Y así se fueron los dos juntos.

Solana y Martín se hicieron muy amigos y empezaron a recorrer el océano juntos. Un día estaba Solana como siempre presumiendo de su rapidez cuando la escuchó Pepe el tiburón...

-No me creo que seas más rápida que yo- dijo Pepe.
-Y.. ¿quién eres tú?- pregunto Solana.
-Soy Pepe el más rápido del océano.
-Eso sí que no me lo creo- dijo Solana.
-Tranquilos amigos- intentaba calmarlos Martín.

Entonces a Martín se le ocurrió una gran idea...
-¿Por qué no competís en una carrera y así veis quién es el más rápido?- les dijo Martín
-¡Perfecto!- exclamron Solana y Pepe a la vez.
-Pues entonces en una semana se celebrará la gran carrera- confirmo Martin.

Todo el océano se entero de la competición entre la ballena y el tiburón y prepararon para ese acontecimiento una gran fiesta para ese día.

Por fin llegó el dia de la carrera, Solana se encontraba muy nerviosa ya que eran muchos los peces que iban a ver la competicion...

-No te preocupes tanto- le decía Martin. -tan solo es una carrera...-
-Ya, claro... como si fuera tan sencillo- protestaba Solana. -Y ¿si me pasa algo y pierdo la carrera?-
-Siempre pensando en lo mismo, pues si no ganas no pasará nada Solana, tu tienes que ir a divertirte, ¡mira la gran fiesta que han montado!

Martín fue el encargado de dar la salida. -Preparados... listos... ¡ya!-

Solana salió muy rápido y enseguida obtuvo una gran ventaja sobre Pepe, pero este no tardo en empezar a alcanzarla y enseguida se pusieron a la par.

A mitad de la carrera Solana y Pepe seguían los dos muy cerca el uno del otro, y asi siguieron durante casi todo el recorrido, pero cuando ya casi estaban a punto de terminar la carrera, Solana sintió un gran calambre en su aleta izquierda.

Solana se puso muy triste ya que vio como Pepe se alejaba de ella, pero entonces Pepe dio la vuelta...
-¿Estas bien?- le preguntó Pepe.
-No puedo mover la aleta izquierda- respondió Solana entre sollozos.
-Vamos, yo te ayudo- se ofreció el tiburón.
-Pero... ¿no prefieres ganar la carrera?
-Eres mi amiga... y eso es más importante que saber cual de los dos es más rápido y tiene mejor estilo- contesto Pepe.

Entonces Solana apoyada en Pepe recorrieron juntos el último tramo y cruzaron a la vez la linea de meta en medio de una gran ovación.

Martín fue al encuentro de Solana y trás escuchar lo sucedido y que el medico la viera la aleta los tres se marcharon a seguir disfrutando de la gran fiesta que habia montada.

Desde entonces siempre se ve juntos a los tres amigos y Pepe y Solana dejaron de ser tan presumidos.





Este es un cuento que invente hace unos años y que quería compartir con todos vosotros. =D

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